Introducción a Optimism

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Optimism destaca como uno de los proyectos más innovadores en la toma de decisiones. Aunque sabemos que no todo necesita ser una DAO y que en nuestros círculos de amigos también se toman decisiones democráticas sin más que WhatsApp y sus gifs, aún así, vale la pena prestar atención a lo que está sucediendo en el mundo del Optimism Collective.

¿QUÉ ES REALMENTE OPTIMISM?

Seguro que ya estás familiarizado con él, puede que incluso lo hayas usado o recibido un airdrop, o quizás simplemente hayas estado siguiendo de cerca sus avances. Pero ahora la pregunta es... ¿cómo lo definirías? La respuesta más obvia sería que Optimism es un rollup, en concreto, un rollup optimista. Pero en realidad, Optimism es mucho más que eso.

Optimism es como un superhéroe en el mundo de las criptomonedas. Es una cadena de capa 2 que trabaja incansablemente sobre la red principal de Ethereum, haciendo que las transacciones sean más eficientes y menos costosas. Imagina a Optimism como un eficiente asistente de Ethereum, agrupando los datos de múltiples transacciones en una sola, como un mago que reduce la tarifa de gas necesaria para su ejecución.

El Optimism Collective se autodefine como un nuevo modelo de gobernanza democrática digital. No se trata simplemente de un grupo de personas reunidas, sino de una comunidad diversa de individuos, empresas y grupos que buscan cambiar la forma en que se hacen las cosas. Su objetivo es construir un sistema económico y social diferente, uno que no esté centrado únicamente en el beneficio financiero, sino que promueva el desarrollo y la sostenibilidad de bienes públicos, aquellos que hacen del mundo un lugar mejor.

En el corazón del Optimism Collective se encuentra un principio fundamental: Impacto = Beneficio. ¿Qué significa esto? Significa que Optimism está construyendo un sistema que recompensa el impacto positivo con beneficios económicos. Este enfoque busca romper con la dicotomía tradicional de que solo se puede ganar dinero o ayudar a los demás. Optimism está experimentando con diversos modelos para superar esta dicotomía y crear una comunidad en la que el objetivo principal sea generar impacto, ya que esto traerá consigo beneficios económicos asociados.

Este enfoque me recuerda a mi tesis de maestría en economía política, donde exploré el impacto que podrían tener las "empresas sociales" en la desigualdad económica. El concepto era poner el foco en un nuevo tipo de empresa, una empresa cuyo modelo de negocio estuviera centrado en el impacto social. La educación es un ejemplo destacado de un sector donde el impacto social es tangible y significativo, al igual que el espacio de las criptomonedas.

Sin embargo, debo admitir que las mediciones estadísticas que realicé en mi investigación tenían algunas limitaciones. Medir el impacto social es complicado y, sinceramente, no estaba muy motivado para adentrarme en detalles demasiado técnicos. Aun así, disfruté explorando diferentes modelos en busca de algo que trascendiera la distinción convencional entre organizaciones sin fines de lucro y el capitalismo puro y duro.

El Optimism Collective busca desafiar la noción de que los bienes públicos no pueden ser rentables. Su objetivo es crear un círculo virtuoso en el que Optimism financie proyectos que generen un impacto positivo en la comunidad, este impacto genere crecimiento y mayores ingresos, y estos recursos adicionales permitan financiar más proyectos de impacto. Así es como se propaga la visión optimista, cada vez más amplia y poderosa.

Para resumir, aquí están los cuatro pilares del Optimism Collective, desde nuestra perspectiva:

1. Tecnología: Desarrollo de infraestructura layer 2 para escalar Ethereum.

2. Gobernanza: Modelo de gobernanza único en el mundo de las criptomonedas, con dos cámaras.

3. RPGF (Retroactive Public Goods Funding): Financiación retroactiva de bienes públicos.

4. Attestation Station: Sistema de credenciales basado en el comportamiento en lugar de en tokens y dinero.